María despertando (Hasta las monjas abren las piernas )

Un micro relato un poco subido de tono (Como tanto me gustan) que hice hace un par de años (Lo encontré perdido entre un montón de papeles)

-Hay María, ¿Qué tienes?
-(María) Nada, nada Rosa, ¿A qué viene la pregunta?
-(Rosa) Te veo agitada y en esta semana ya no es la primera vez.
-(María) Hay Rosa es ese Hombre, le tengo unas ganas!
-(Rosa) Quién, ¿Alfredo? Pero hermana, ¿Qué te pasa? Acaso, se te olvido ¿que él es nuestro padre?!

– (María) Pues en estos tiempos ya ni eso me importa, cada vez que lo veo me dan unas ganas de tirarme encima de él y que me haga todo lo que quiera; que me toque y consuma mi pureza
-(Rosa) Pero es nuestro padre!! eso es pecado hermana!! Jamás te había pasado algo así!!
-(María) Eso es lo que me excita aún más, el pecado, el pecado me enciende y me hace pasar por mi cabeza pensamientos impuros
-(Rosa) Por Dios!! Qué te pasa!!! Te estás volviendo loca María!!!
(Ese mismo día pero por la noche María no soporta más sus instintos y se infiltra en la habitación de su padre… sin ropa)
-(María) Por fin, por fin me harás tuya (María se mete a la cama de Alfredo y comienza a acariciarlo mientras lo ve dormir)
-(María) ¿Alfredo? Despierta mi buen Hombre
(Alfredo se despierta ve el cuerpo joven y moreno de María, sonríe y se lanza a por ella)
-(Alfredo) Uff mi María tienes los senos más hermosos que los de Rosa a tu edad, respóndeme María, ¿Tu me amas?
-(María) Lo amo padre, lo amo; y no se me preocupe siempre seré suya cuando quiera y no diré una sola palabra sobre esto, ¡Solo ámeme!
(Termino María y después de esperar que Alfredo terminara, María se marcho a su habitación a recordar su primera vez)
(Al siguiente día)
-(María) Rosa, listo
-(Rosa) ¿Enserio y qué tal?
-(María) Mejor que lo que me imagine, ¿tu primera vez fue con Alfredo?
-(Rosa) no, fue con Gabriel
-(María) ¿Gabriel? Uff debo probar a Gabriel

Y así, comenzaría la vida oculta y salvaje de María bajo consejería de su hermana Rosa; comenzó a satisfacer y satisfacerse; La historia de María se convertiría en un ejemplo de sus otras hermanas.

Después de todo, hasta las monjas abren las piernas